El reto de agosto: crecer en LinkedIn de forma estratégica… y con IA - Adriana Páez Pino

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Este mes decidí concentrarme en un indicador poco conocido, pero que ofrece una visión concreta sobre cómo usamos LinkedIn: el Social Selling Index (SSI).

¿Lo habías escuchado?

Aunque lleva la palabra “ventas” en el nombre, el SSI no se trata solo de vender. Mide cuatro aspectos claves de tu actividad en LinkedIn: cómo construyes tu marca, con quién te conectas, qué contenido compartes y cómo generas relaciones profesionales. En otras palabras, muestra cómo estás posicionando tu perfil en esta red.

Durante julio estuve con otro reto para subir seguidores con IA y afinando mi estrategia. Ahora quiero dar un paso más: usar la inteligencia artificial para optimizar mi presencia sin perder mi estilo ni sobrecargar mi agenda.

Hoy mi índice es de 61 sobre 100. Estoy en el 5 % superior de mi industria y en el 4 % superior de mi red. Pero hay áreas claras por mejorar. En agosto quiero trabajar sobre esos puntos débiles y documentar el proceso.

¿Por qué este reto?

Porque en Descubriendo la IA en el trabajo me he propuesto mostrar cómo esta tecnología no solo transforma tareas complejas, sino también hábitos cotidianos. El SSI refleja cómo nos movemos en LinkedIn, y hoy ese movimiento está atravesado por algoritmos, automatizaciones y decisiones invisibles en las que la IA ya participa. Por eso, este mes quiero explorar cómo mejorar ese índice con estrategia, criterio y herramientas basadas en IA, sin perder la autenticidad. Este blog marca el inicio de ese nuevo reto.

¿Qué es el SSI y por qué importa?

El Social Selling Index (SSI) es una métrica que propone LinkedIn para ayudarte a entender qué tan efectiva es tu presencia en la plataforma como profesional o marca personal. Aunque nació como una herramienta para quienes venden en entornos B2B, hoy se ha convertido en un espejo útil para cualquier persona que desea construir una red sólida, generar confianza y destacar con contenido relevante.

Lo interesante del SSI es que no mide lo que dices que eres, sino lo que haces en la plataforma: cómo publicas, con quién te relacionas, cómo interactúas y qué impacto generan tus acciones.

LinkedIn lo descompone en cuatro áreas clave:

1. Marca profesional: ¿Qué tan claro es tu perfil?, ¿refleja tu experiencia, tus logros y tu propuesta actual?

2. Personas adecuadas: ¿A quién sigues y con quién conectas?, ¿amplías tu red con intención o solo aceptas lo que llega?

3. Interacción con contenido: ¿Qué tanto publicas, comentas o compartes?, ¿tu voz genera conversación?

4. Relaciones: ¿Estás construyendo vínculos reales?, ¿cómo evoluciona tu red profesional a lo largo del tiempo?

Estas dimensiones no se ven siempre a simple vista, pero LinkedIn las analiza en segundo plano y les asigna un valor. El SSI total se mide de 0 a 100. Cuanto más alto, más visible y confiable eres dentro del ecosistema. De hecho, estar en el 10 % superior de tu industria puede abrirte nuevas oportunidades sin que tengas que buscarlas activamente.

Pero más allá del número, lo relevante es lo que revela:tu forma de moverte, conectar y aportar valor en un entorno cada vez más saturado.

En mi caso, decidí mirarlo no solo como una métrica, sino como una oportunidad de aprendizaje. Porque si la IA ya está integrada a la plataforma, si el algoritmo responde a comportamientos, entonces tiene sentido aplicar inteligencia (humana y artificial) para entender qué estoy haciendo bien y qué podría hacer mejor.

Así está mi SSI hoy: Mi índice de ventas con las redes sociales en LinkedIn el famoso SSI es de 61 sobre 100. A primera vista, parece un número medio. Pero al analizarlo en detalle, revela una radiografía interesante de cómo estoy interactuando con la plataforma.

📊 Clasificación general:

• Estoy en el 5 % superior de mi industria (Formación profesional y coaching), donde el promedio del sector es de 36.

• Y también en el 4 % superior de mi red, cuyo promedio es 33.

Esto me indica que, aunque hay margen de mejora, mi presencia actual ya se destaca dentro del entorno en el que me muevo. No es una carrera contra nadie, pero sí un punto de comparación útil.

🔍 Desglose por factores (máximo 25 puntos por cada uno):

1. Establece tu marca profesional → 17,81/25. Aquí es donde tengo mayor puntuación. Refleja que mi perfil está completo, bien estructurado y con una narrativa clara de lo que hago y hacia dónde me dirijo.

2. Encuentra a las personas adecuadas → 7,48/25. Este es mi punto más débil. Aún puedo mejorar la calidad y la intención con la que amplío mi red, buscando conexiones más alineadas con mis temas clave: IA, liderazgo, educación, y mujeres en tecnología.

3. Interacción con contenido → 11/25. Una puntuación media. Estoy activa, pero puedo generar más conversación significativa, comentarios con criterio o debates que inviten a participar. Es uno de los focos del reto.

4. Crea relaciones → 25/25. Este factor está al máximo. Muestra que, más allá de publicar, dedico tiempo a conversar, responder mensajes y construir relaciones genuinas dentro y fuera del algoritmo.

¿Por qué hacer este reto ahora?

Después de publicar durante todo julio cinco veces a la semana, explorar el modo agente de ChatGPT y medir de cerca mis interacciones, sentí que era momento de ir un paso más allá. Ya no se trata solo de estar presente: quiero entender mejor cómo se comporta mi red, cómo crezco, y cómo puedo hacerlo de forma más estratégica.

Por eso decidí tomar el SSI como brújula este mes.

Aunque muchas personas ven este índice como un número sin sentido, yo lo interpreto como una excusa útil para reflexionar sobre lo que verdaderamente importa:

  • ¿Estoy generando relaciones valiosas?
  • ¿Estoy conectando con quienes resuenan con mi propósito?
  • ¿Estoy conversando… o solo publicando?

Además, LinkedIn acaba de incorporar la mención de inteligencia artificial dentro del análisis de marca personal. Es decir, la plataforma ya reconoce si tu perfil está alineado con temáticas actuales como la IA, lo cual influye en tu posicionamiento.

Eso me da aún más razones para medir desde aquí y observar qué pasa cuando uno publica, comenta, crea red y lo hace con enfoque.

Mi punto de partida es este:

  • Puedo mejorar en dos áreas clave: encontrar a las personas adecuadas (7,48) e interactuar ofreciendo información (11).
  • Ya estoy bien posicionada en marca profesional (17,81) y creación de relaciones (25).
  • Estoy en el 5 % mejor de mi industria y el 4 % mejor de mi red.

Así que este reto no parte de una urgencia, sino de una intención:

Ver qué pasa cuando combinamos estrategia, conversación y propósito con un uso consciente de la inteligencia artificial.

¿Qué haré durante este reto para mejorar mi SSI?

Llevo semanas, incluso meses, con una puntuación que no se mueve del mismo rango. Entre 60 y 62 puntos.

Mi índice SSI actual es de 61, estoy en el 5 % superior de mi industria y en el 4 % de mi red.

Pero no sube. Y a veces me pregunto si realmente refleja lo que uno hace.

  • ¿Será que solo mejora con un plan pago?
  • ¿Será que hay acciones invisibles que no se miden?
  • ¿O será que lo estoy usando como brújula equivocada?

No tengo la respuesta definitiva, pero sí tengo algo claro: este reto no es para obsesionarse con el número. Es para entender el sistema, explorar cómo funciona LinkedIn por dentro… y aplicar la inteligencia artificial con intención para probar qué sí hace la diferencia.

¿Qué rol tendrá la inteligencia artificial en este proceso?

Este reto no es solo sobre LinkedIn.

Es también un experimento sobre cómo usar la inteligencia artificial para crecer de forma estratégica… sin perder autenticidad.

Durante agosto, quiero probar cómo puede ayudarme la IA a:

  • Detectar patrones que no veo a simple vista en mis métricas y conexiones.
  • Identificar contenido con mayor impacto según mi red y mis objetivos.
  • Proponer ideas para interactuar con mayor intención.
  • Sugerir ajustes finos en mi perfil y narrativa profesional.

No se trata de que la IA publique por mí. Se trata de integrar su capacidad analítica con mi criterio y experiencia, para tomar mejores decisiones.

Cada semana compartiré un aprendizaje concreto sobre lo que pruebo, lo que me funciona, lo que no… y cómo este camino me permite crecer con más enfoque y claridad.

Será una forma de seguir descubriendo, como cada lunes en mi serie Descubriendo la IA en el trabajo, cómo esta tecnología no solo acompaña, sino que potencia.

No lo hará por mí. Pero puede hacerlo conmigo. Un indicador no lo es todo, pero puede mostrar el rumbo. Este no es un experimento para inflar métricas.

Es una forma de observar con lupa lo que hacemos en LinkedIn, entender cómo se refleja y tomar decisiones más estratégicas.

La inteligencia artificial puede ayudar, sí. Pero no reemplaza el criterio, la constancia ni el sentido de oportunidad.

Este mes pongo a prueba qué se puede lograr combinando herramientas con intención real de crecer en lo que importa: posicionamiento claro, relaciones valiosas y contenidos que dejen huella.

Yo ya empecé.

Y tú, ¿qué vas a medir este mes?

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