POZE: una brújula para integrar la IA con criterio y propósito - Adriana Páez Pino
POZE: una brújula para integrar la IA con criterio y propósito - Adriana Páez Pino

Hace poco leí un artículo que hablaba de la “trampa de la eficiencia” en la IA. No suelo quedarme en visiones alarmistas, pero esta vez me encontré con una propuesta diferente y valiosa: el marco POZE.
Desde este espacio que he creado Descubriendo la IA en el trabajo y mi página IAvanza.co he insistido en ver la IA como una herramienta para priorizar, agilizar y explorar nuevas formas de aportar valor. Sin embargo, el verdadero reto no está en la tecnología en sí, sino en la forma en que decidimos integrarla en nuestro día a día.
Hoy quiero invitarte a pensar la IA no solo como un recurso para hacer más, sino como una oportunidad para hacer mejor: con propósito, conciencia y criterio. El marco POZE ofrece una mirada práctica y reflexiva para empezar esa conversación.
La oportunidad y el reto de la IA en el trabajo
La IA llegó para quedarse como lo he mencionado tantas veces. No es una tendencia pasajera ni un simple “extra” tecnológico: está redefiniendo la forma en que diseñamos procesos, tomamos decisiones y desarrollamos nuestro potencial profesional.
En mi experiencia acompañando procesos de transformación y apoyando a personas en la incorporación de IA, he visto cómo la tecnología puede ser una gran aliada. Nos ayuda a optimizar tiempos, reducir tareas repetitivas y dedicar energía a lo que realmente aporta valor.
Pero, detrás de esa oportunidad, hay un reto silencioso: la tentación de usar la IA para “llenar” aún más nuestra agenda en lugar de crear espacio para pensar, innovar o conectar. Veo a muchas personas que, al descubrir la velocidad y el alcance de la IA, empiezan a asumir más tareas, a responder más rápido y a producir más… olvidando la importancia de pausar y reflexionar.
En América Latina, muchas organizaciones están apenas explorando la IA, estas decisiones cobran aún más relevancia: ¿cómo adoptamos la tecnología sin sacrificar nuestra identidad y nuestra capacidad crítica? ¿Cómo equilibramos la eficiencia con la esencia humana en un contexto que exige adaptarnos rápidamente, pero sin perder propósito?
Hacer más rápido no siempre significa hacer mejor. La verdadera oportunidad no está en acumular entregas, sino en construir resultados que generen impacto, que estén alineados con el propósito y que honren el valor humano que queremos preservar.
Para mí, este es uno de los grandes puntos de quiebre en la conversación sobre IA en el trabajo. Más allá de las herramientas, necesitamos preguntarnos: ¿cómo queremos integrar esta tecnología? ¿Qué espacio queremos que ocupe en nuestras decisiones y en nuestra esencia profesional? ¿Estamos usando la IA para expandir nuestro criterio o para sustituirlo?
El marco POZE: una propuesta para integrar la IA con propósito
En medio de estas reflexiones encontré el marco POZE, propuesto por Cornelia Walther Aunque no es un estándar formal ni un modelo académico consolidado, me pareció una propuesta fresca y potente para repensar nuestra relación con la tecnología.
POZE surge como respuesta a un fenómeno que se ha intensificado en los últimos tiempos: la presión creciente por ser “más eficientes” gracias a la IA. Muchas organizaciones y profesionales han adoptado la IA con el objetivo de acelerar procesos, reducir costos y aumentar entregas. Sin embargo, en este camino, corremos el riesgo de desplazar lo esencial: el criterio humano, la capacidad de priorizar y el sentido profundo de nuestro trabajo.
La importancia de POZE radica en que no plantea un rechazo a la tecnología, sino que propone un enfoque consciente para integrarla. Nos invita a preguntarnos: ¿para qué usamos la IA? ¿Estamos realmente fortaleciendo nuestra estrategia y nuestras capacidades, o solo sumando tareas y alimentando la prisa?
Desde esta mirada, POZE ofrece cuatro pilares que funcionan como guía para equilibrar eficiencia y propósito:
🔹 Perspectiva Mantener una visión estratégica y no quedarse solo en la urgencia del corto plazo. Preguntarnos si la IA que usamos realmente impulsa nuestros objetivos de fondo. Ejemplo: cuando trabajamos en formación o liderazgo, ¿la IA nos ayuda a profundizar en los procesos o solo a entregar más rápido?
🔹 Optimización Focalizar en crear valor real, no en aumentar el volumen. La IA debería liberar espacio para las tareas que requieren reflexión y conexión, no para llenarnos de “pendientes” adicionales. Ejemplo: en mentoría o acompañamiento, optimizar significa disponer de tiempo para escuchar y entender mejor las necesidades reales de las personas.
🔹 Zeniths (Cenits) Definir límites claros. No porque la tecnología pueda hacer más significa que debamos hacerlo todo. Establecer hasta dónde queremos llegar y cuándo es suficiente es clave para proteger nuestra claridad y bienestar. Ejemplo: ¿cuántos reportes automáticos necesitamos antes de saturarnos de datos que no agregan valor real?
🔹 Exposición Proteger nuestra autonomía y pensamiento crítico. Reservar espacios libres de IA para tomar decisiones clave, reflexionar y mantener el contacto humano auténtico. Ejemplo: decidir personalmente las prioridades estratégicas antes de usar recomendaciones automáticas.

POZE no pretende darnos reglas rígidas, sino invitarnos a crear un marco propio, alineado con nuestra visión y propósito. Para mí, representa una oportunidad para volver a colocar el criterio humano en el centro, usando la IA como una herramienta que amplifica, no que sustituye.
Integrar la IA desde el criterio y el propósito
Hablar de IA en el trabajo no es solo hablar de tecnología; es hablar de decisiones, de ética, de propósito. Para mí, la clave está en no perder de vista que la tecnología debe estar al servicio de las personas, y no al revés.
He visto cómo la IA puede potenciar talentos, abrir oportunidades y liberar tiempo para lo que realmente importa. Pero también he visto cómo, sin límites claros ni perspectiva, puede llevarnos a operar en piloto automático, cediendo cada vez más espacio a recomendaciones automáticas y procesos sin reflexión.
Por eso, el marco POZE me parece una invitación necesaria: una forma de afirmar que el criterio humano no se reemplaza, se potencia. Que la IA puede ser un gran aliado si la integramos desde el propósito, con consciencia y con límites bien definidos.
Este enfoque no es solo una estrategia técnica. Es una postura ética y humana: decidir qué queremos que siga siendo nuestro, dónde queremos mantener la intuición, el análisis profundo y el contacto genuino con las personas.
Integrar IA no es un acto de moda ni un requisito de eficiencia extrema; es un ejercicio de liderazgo consciente. Y es ahí donde realmente se construye el valor.
POZE: una brújula para integrar la IA
La IA puede ayudarnos a avanzar, a decidir mejor y a liberar espacio para lo que realmente importa. Pero esa posibilidad solo se cumple si mantenemos el criterio humano en el centro.
Con POZE, la tecnología deja de ser un fin en sí misma y se convierte en una herramienta para amplificar nuestro impacto sin perder nuestra esencia. Es una invitación a decidir con conciencia dónde queremos poner límites, en qué queremos profundizar y cómo queremos usar nuestro tiempo y energía.
La pregunta, entonces, no es cuánto podemos automatizar, sino cuánto queremos conservar de nosotras y nosotros mismos en cada decisión.
¿Cómo te imaginas integrando la IA en tu trabajo sin perder tu propósito ni tu criterio?
Me encantará leerte
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