Transformación inteligente: el futuro no es mañana. Es hoy. - Adriana Páez Pino
Transformación inteligente: el futuro no es mañana. Es hoy. - Adriana Páez Pino

En este momento estoy compartiendo una conversación en el programa Vida y Ajedrez con Jorge González, reflexionando sobre un tema que nos atraviesa a quienes lideramos, acompañamos y trabajamos en procesos de transformación:
“IA y habilidades humanas para un futuro inclusivo”
Como cada semana, me siento a escribir para mi serie Descubriendo la IA en el trabajo. Pero esta vez, la escritura empezó mientras preparaba esta charla, sentí que muchas de las ideas que iban tomando forma merecían también quedar por escrito. No solo como una forma de documentar el momento, sino de darle profundidad a una conversación que va más allá del espacio en vivo.
Por eso decidí publicar este blog al mismo tiempo que la entrevista.
No para repetir lo que digo, sino para acompañar desde otro lugar: el del pensamiento pausado, la reflexión escrita, la posibilidad de volver sobre cada idea.
Aquí comparto esas reflexiones, nacidas del diálogo y también del trabajo de años en torno a la tecnología, el liderazgo y las habilidades humanas.
Porque el futuro no es algo que está por venir.
El futuro ya está aquí, y comienza por entender lo que ya está cambiando.
No es el futuro: es el presente del trabajo
Durante mucho tiempo, la inteligencia artificial fue percibida como una moda pasajera, un concepto lejano o un desarrollo exclusivo de grandes corporaciones tecnológicas. En muchos sectores se interpretó como una amenaza directa al empleo.
Sin embargo, la velocidad de su evolución y su integración transversal en distintos ámbitos de la vida cotidiana han demostrado lo contrario. La IA no solo está modificando funciones laborales específicas; está transformando la forma en que se aprende, se toman decisiones, se comunica la información y se organiza el tiempo.
En el ámbito del trabajo, esta transformación implica un cambio profundo de paradigma.
Ya no es suficiente con saber ejecutar tareas de manera eficiente.
Lo que hoy se exige es la capacidad de colaborar con la tecnología, utilizarla con intención y fortalecer aquellas habilidades que no pueden ser replicadas por un algoritmo.
Hablar de inteligencia artificial ya no es anticiparse a lo que viene.
La transformación ya está ocurriendo. Y necesitamos estar preparados para ser parte de ella, no solo observadores.
Habilidades humanas: lo que realmente marcará la diferencia en la era de la IA
Durante años se ha llamado “blandas” a un conjunto de habilidades que hoy resultan fundamentales para navegar un entorno laboral atravesado por la inteligencia artificial. Pero ese término, más que descriptivo, ha sido limitante. Porque estas capacidades no son secundarias ni suaves: son estructurales.
Se trata de habilidades humanas esenciales que permiten sostener relaciones, liderar con sentido y orientar el uso de la tecnología con criterio. A medida que la automatización avanza, estas competencias se convierten en el verdadero diferencial.
Entre ellas destacan:
El pensamiento crítico, indispensable para no aceptar respuestas automáticas sin análisis.
La adaptabilidad, como respuesta a entornos cada vez más inciertos.
La comunicación efectiva y la escucha activa, necesarias para mantener el sentido colectivo en contextos híbridos y digitales.
La empatía y la ética, que actúan como marcos para la toma de decisiones responsables.
Y el liderazgo con visión, que trasciende la eficiencia y entiende el impacto humano de cada elección.
Estas habilidades no pueden ser replicadas por un algoritmo. Y son precisamente las que marcarán la diferencia en el trabajo que ya está ocurriendo y en el que está por venir.
Muchas de estas capacidades se han desarrollado históricamente en roles que han estado fuera de los centros de decisión tecnológica: espacios de cuidado, entornos comunitarios y liderazgos construidos desde la experiencia y la conexión humana.
En ese contexto, el aporte de las mujeres es fundamental.
A lo largo del tiempo, las mujeres han cultivado muchas de estas habilidades en sus entornos profesionales, familiares y sociales. Su participación activa en esta transformación no solo es necesaria: es una oportunidad para construir una inteligencia artificial con perspectiva, propósito y sentido humano.
Una transformación tecnológica que también debe escribirse en femenino
En un momento en que la inteligencia artificial redefine procesos y decisiones, surge una pregunta central:
¿Quiénes están participando en esta transformación? ¿Y quiénes siguen al margen?
Muchas de las habilidades más valoradas hoy empatía, pensamiento crítico, liderazgo colaborativo han sido desarrolladas en espacios donde las mujeres han sostenido procesos y generado soluciones desde la experiencia.
Sin embargo, su participación en el desarrollo y regulación de la tecnología sigue siendo limitada.
Esta brecha no es solo de acceso. Es de representación y poder.
Y cuando una parte de la sociedad queda fuera, las decisiones tecnológicas también lo reflejan.
Desde mi experiencia como decana y en iniciativas como los libros Matilda, la Cátedra Abierta Latinoamericana Matilday la Red Somos Lideresas, he visto cómo abrir espacios no basta.
Hace falta acompañar, formar y sostener procesos.
Así nació IAvanza Mujeres: un espacio para aprender desde cero, sin tecnicismos, con herramientas accesibles y una pedagogía pensada para integrar la inteligencia artificial en lo cotidiano y lo profesional.
El impacto es evidente: mujeres que ganan tiempo, automatizan tareas, toman mejores decisiones y lo más importante recuperan su voz en un espacio que parecía ajeno.
Para que esto ocurra, se necesita más que formación:
se necesitan referentes, representación y confianza.
Por eso seguimos impulsando libros y podcasts con historias reales.
Porque cuando una mujer ve a otra que ya está ahí, descubre que ella también puede estar.
Empezar sin miedo: inteligencia artificial para quienes no vienen del mundo tecnológico
Durante mucho tiempo se pensó que la inteligencia artificial era un terreno exclusivo para especialistas: ingenieros, programadoras, o profesionales con formación técnica avanzada.
Esa percepción ha dejado fuera a muchas personas con ideas, liderazgo y experiencia, pero sin vínculos formales con el mundo de la tecnología.
Hoy esa barrera ya no tiene razón de ser.
Existen múltiples formas de acercarse a la IA desde lo cotidiano, sin necesidad de codificar, sin tener conocimientos previos, y sin pasar por un lenguaje inaccesible.
Lo más importante no es dominar la tecnología, sino entenderla lo suficiente para integrarla a la vida profesional y personal, para tomar mejores decisiones, ahorrar tiempo y aportar desde lo que ya se sabe hacer.
Esa ha sido una de mis apuestas: generar recursos accesibles, como ebooks gratuitos y la serie de newsletters semanales 'Descubriendo la IA en el trabajo', donde comparto herramientas, ideas prácticas y enfoques concretos para aplicar la inteligencia artificial en el día a día.
Cuando las personas se permiten dar ese primer paso sin miedo, con ejemplos cercanos y lenguaje claro descubren que la IA no está tan lejos como parecía.
Y que usarla con intención, criterio y propósito es una forma de recuperar agencia en un mundo que cambia cada vez más rápido.
El futuro ya empezó. Y necesita participación, no espectadores
Hablar de inteligencia artificial no es hablar del mañana. Es hablar del presente que ya estamos viviendo.
La tecnología está transformando nuestro entorno laboral, nuestras decisiones y la forma en que nos relacionamos con la información y con el tiempo.
Y ante esa transformación, quedarse al margen ya no es una posición neutra. Es una forma de perder oportunidades, de ceder voz, de aceptar que otros definan el rumbo.
No se trata de saberlo todo ni de convertirse en experta o experto de un día para otro.
Se trata de dar el primer paso.
De abrirse a aprender, de acercarse con curiosidad, de involucrarse con intención.
Quienes han cultivado habilidades humanas, quienes lideran desde la experiencia, quienes entienden el valor de lo colectivo, tienen un lugar en esta conversación.
Y su participación no solo es valiosa: es necesaria.
El futuro ya está ocurriendo.
Y construirlo de forma más inclusiva, humana y con sentido, es una tarea que comienza hoy.
#ObjetivoEmpleo #LinkedInNoticiasAméricaLatina #DescubriendoLaIA #FuturoDelTrabajo #IA #HabilidadesHumanas #IAvanza #LiderazgoFemenino #TransformaciónDigital #TecnologíaConPropósito #adrianapaezpino